La procesión de Corpus puso el punto y final a la celebración (foto: Jorge Martínez)

JORGE MARTÍNEZ | Ares | Lunes 20 junio 2022 | 18:30

El 12 de abril, la Asociación de las Alfombras Florales de Ares hacía pública a través de las redes sociales la vuelta de la confección de las alfombras tras dos años de ausencia por la pandemia. Se marcaba el 18 de junio como el día grande, a la vez que se lanzaba un SOS al pueblo de Ares. Para poder hacerlas, se necesitaban manos para el picado y la preparación de todo el material.

Al tiempo, se anunciaba que la alfombra del 2022 se realizaría únicamente en la plaza de la iglesia y en sus inmediaciones. A finales de mayo, los grupos de colaboradoras comenzaban con el picado del verde y la preparación del material. A duras penas y con unas manos muy veteranas, el proceso iba saliendo adelante y los ánimos por ver de nuevo las calles de Ares teñidas de tapices florales hacían el resto.

Se acercaba la fecha clave; además de preparar el material, había que pintar las calles. Allí, al pie del cañón, un reducido grupo de personas se afanaba por dibujar catedrales, vidrieras y diseños de lo más variado en las inmediaciones de la iglesia y de las Alianzas Aresanas. Daba igual el sol o la fuerte sensación de bochorno.

Llegaba la tarde-noche del 18 de junio y el sol alumbraba a las primeras personas que acudían a decorar la alfombra, con muchos niños y niñas realizando la tarea. La noche fue cayendo, la Alfombra completándose con un gran trasiego de aresanos y visitantes y con mucho, mucho trabajo, la cosa parecía que iba saliendo adelante.

Fue gracias a la colaboración de las personas veteranas y noveles que se acercaron a confeccionar la alfombra del 2022.

Las Alfombras de Ares realizaron un guiño al Xacobeo 2022 (foto: Jorge Martínez)

Llegó la lluvia bien entrada la madrugada

Aunque la noche era oscura, la lluvia apenas había hecho acto de presencia hasta las 4 de la mañana. Con las alfombras cerca de finalizarse, una fuerte cortina de agua hizo que algunos tuvieran que desistir de terminar sus dibujos y que quien más y quien menos pusiera en duda la resistencia de los diseños ante la gran cantidad de agua que seguía cayendo y que se pronosticaba para las siguientes horas.

Pero en Ares todo es diferente. A primera hora del domingo ya se veía que la alfombra apenas había sufrido daños; los dibujos sin acabar, de repente, aparecieron completos, sin duda finalizados por manos tan trabajadoras como discretas. Por arte de magia (a veces lo parece), también apareció todo recogido.

Al mediodía, los organizadores y los miembros de Protección Civil le daban los últimos retoques, por lo que los aresanos y los visitantes pudieron disfrutar de sus alfombras de la resistencia, reducidas y con lluvia, sí, pero con orgullo, trabajo y mucha emoción contenida al ver cómo una de las señas de identidad de Ares se podía recuperar.

Los grupos de picado son indispensables en los meses previos a la celebración (foto: Asociación Alfombras Florales de Ares)

Sol y música para acompañar la procesión

La tarde del domingo en Ares fue calmada, incluso salió el sol en los momentos previos a la procesión, en la que salieron el palio, la banda de música local, Xábrega y las niñas que realizaban la Primera Comunión.

Acompañados todos de los fieles, desfilaron como manda la tradición: por encima de las alfombras, «destruyendo» con cariño y orgullo el trabajo previo de tantas manos trabajadores e incansables, que desafiaron a la pandemia, a la lluvia, al viento y al cansancio para conseguir un año más que Ares tuviese sus Alfombras Florales.

La preparación de todo tipo de materiales es vital para que todo esté a punto el día grande (foto: Asociación Alfombras Florales de Ares)

A mayores, el concurso de decoración de negocios y balcones promovido por el Concello y los puestos de churros, rosquillas y de complementos instalados en el paseo marítimo le dieron color a una fiesta declarada de Interés Turístico gallego que cuenta seguir dando guerra el próximo año. Pero para mantenerla y volver a crecer se necesitan manos, trabajo y paciencia, mucha paciencia …

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